Círculo de Adoración: Agradecimiento

Agradecimiento

Gracias por todos tus regalos,
por la abundancia que hemos recibido;
gracias porque elegiste a Schoenstatt
y porque allí Cristo nace de nuevo.

Gracias porque desde allí quieres irradiar al mundo
las glorias de nuestra Madre,
inundando los corazones fríos
con torrentes de amor.

P.José Kentenich

HACIA EL PADRE

La vida de María sinónimo de Adoración

Toda la vida de María se resume en una palabra: adoración

La adoración es servicio perfecto de Dios. Ella abraza todos los deberes de una creatura hacia su Creador. María es la primera que adoró el Verbo Encarnado. El ya estaba en su seno y en la tierra nadie lo sabía. Nuestro Señor en el seno de María fue complacido. Jamás encontró un sagrario un vaso de oro más precioso ni más puro que el seno de María

María adora a Nuestro Señor en sus diferentes estados.

Las etapas de la vida de Jesús le inspiran su forma de adoración. Ella no permanece en una adoración pasiva

María adora al Dios alojado en su seno, pobre en Belén, obrero en Nazaret y, más tarde en perfecta conformidad con sus pensamientos y en su vida con El.

En Belén, María es la primera en adorar a su Divino Hijo en el pesebre. Ella lo adora con un amor perfecto de Virgen Madre, un amor de dilección, según la palabra del Espíritu Santo; después de Ella vienen a adorarlo San José, los pastores, los Magos. María abre el surco de Luz que cubrirá el mundo

Cuando se quiere elogiar a un padre o a una madre, uno recuerda el gran amor, la devoción constante y generosa que nos dispensaron en nuestra infancia. Pues bien, María le decía siempre a Jesús, en su adoración en el Cenáculo, todo lo que él había hecho por la gloria de su Padre. Le recordaba sus sacrificios, y de esa forma se introducía en la gracia de la Eucaristía.

La Eucaristía es el memorial de todos los misterios. Ella renueva el amor y la gracia. Como María, es preciso corresponder a esa gracia renovando todos los actos de Nuestro Señor, adorándolo en todos sus estados y uniéndonos a Él.

Dios Hijo comunicó a su Madre cuanto adquirió mediante su vida y muerte, sus méritos infinitos y virtudes admirables, y la constituyó tesorera de todo cuanto el Padre le dió en herencia. Por medio de Ella aplica sus méritos a sus miembros, les comunica virtudes y le distribuye sus gracias.

María constituye su canal misterioso, su acueducto, por el cual hace pasar suave y abundantemente sus misericordias.

San Pedro-Julián Eymard

(1811-1868)

Cuando rezamos el rosario frente al Santísimo Sacramento

Cuando rezamos el rosario frente al Santísimo Sacramento, amamos a Jesús con el corazón de María. Cuando rezamos el rosario frente al Santísimo Sacramento, le ofrecemos a Jesús la perfecta adoración de María. Unimos nuestro amor por Jesús a la alabanza y el amor perfecto de María. Jesús acoge nuestra adoración como si fuese la propia María que reza.

Poco importa la debilidad de nuestra fe o la pobreza de nuestro amor, María nos recibe en su Corazón y Jesús acoge nuestra oración como si ella proviniese directamente del Corazón de su Madre. El Corazón inmaculado de María completa lo que le falta a nuestro corazón.

P. Martín Lucía Meditaciones del Rosario de la Madre Teresa de Calcutta

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